Torrijos representó un símbolo de lucha para todos los ideales republicanos que le prosiguieron, incluyendo su acto en el himno de Riego, en la versión popular :
''Dicen que José Torrijo
murió por cobarde y traidor
Más murió con la espada en la mano
defendiendo la constitución''
Además tras su muerte el poeta José de Espronceda le dedicó este soneto:
A la muerte de Torrijos y sus compañeros
Helos allí: junto a la mar bravía
cadáveres están ¡ay! los que fueron
honra del libre, y con su muerte dieron
almas al cielo, a España nombradía.
Ansia de patria y libertad henchía
sus nobles pechos que jamás temieron,
y las costas de Málaga los vieron
cual sol de gloria en desdichado día.
Españoles, llorad; mas vuestro llanto
lágrimas de dolor y sangre sean,
sangre que ahogue a siervos y opresores,
y los viles tiranos con espanto
siempre delante amenazando vean
alzarse sus espectros vengadores.
A su muerte fue Enterrado En la plaza de la Merced con un monolito en su memoria, entregándole ese terreno vallado a Francia para salvaguardar su seguridad en el futuro.
Retrato de Torrijos
Monumento en su honor en las playas de San Andrés
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